Caracterización: Especie de pequeño tamaño, con 12,6 cm de longitud. Tiene un contrastante colorido vistoso en las plumas de la cola, que es exhibido cuando el pájaro la expande en un abanico blanco cortado en dos mitades por áreas centrales negras o cuando la abre y cierra rápidamente. El blanco de la cola continúa hasta los flancos, formando una franja. Los individuos más jóvenes son casi totalmente manchados y tiene cola canela o negra con plumas laterales blancas.

Distribución: Desde Paraíba hasta Rio Grande do Sul.

Hábitat: Bordes de los bosques, vegetación en tierras donde hubo quemadas, jardines, bananales, frecuentemente en copas de árboles altos.

Hábitos: Especie diurna y solitaria, parece mantenerse más tiempo suspendido en el aire que los otros picaflores, siempre exhibiendo sus colores contrastantes. Está entre las poquísimas aves que tienen la capacidad de hibernar, así como las demás especies de picaflores.

Alimentación: Se alimentan principalmente de néctar y, casi exclusivamente en vuelo, ingieren insectos y arañas como fuente de proteínas y grasa.

Reproducción: Pone 2 huevos, utiliza telas de araña y semillas con fibras sedosas para tejer sus nidos, lo hace en forma de un pequeño cuenco y fijado con hebras en la vegetación.

En el área de la UFRA: En los estudios realizados en las áreas de la UFRA, esta especie de ave presentó una limitada distribución espacial. Fue encontrada sólo en los cañaverales orgánicos. La fuerte presencia de telas de araña (alimentación y reproducción) ha representado una doble fuente de recursos para esta especie. Considerada rara, pues su registro de ocurrencia fue de sólo una vez.