El Parque Industrial del Ingenio São Francisco está instalado en un lugar privilegiado, entre bosques, plantaciones de caña de azúcar y una exuberante vegetación ribereña. Su proceso industrial adopta las técnicas de producción más modernas, con enfoque en la productividad, la minimización de los impactos ambientales y la seguridad de los trabajadores. Todo comienza cuando la caña de azúcar orgánica llega a la unidad de procesamiento minutos después de la cosecha, lo que conserva completamente sus características naturales. El pesaje de las cargas inicia un proceso documental, que permite la perfecta trazabilidad de la producción. En el laboratorio de calidad se analizan las muestras de la caña de azúcar orgánica, que luego se descarga en la mesa de alimentación, que la lleva al sistema de preparación para su desintegración. Todo el jugo orgánico se extrae mediante un proceso de molienda mecánica. Como resultado de este proceso, obtenemos un jugo de alta pureza e incomparable color, que se filtra y se envía a la fábrica de azúcar.
El jugo orgánico se deposita en tanques, en los que se decantan las impurezas minerales y vegetales. Estas impurezas pasan a través de un filtro de vacío y se convierten en un importante fertilizante orgánico que regresa a las plantaciones de caña de azúcar: la torta de filtro. El jugo limpio, a su vez, se somete a un proceso de evaporación múltiple, que resulta en un jarabe orgánico con alta concentración de sacarosa, que se envía a los cocedores al vacío, donde se forman los cristales de sacarosa. El producto final de la cristalización está compuesto de sacarosa y cristales de melaza.
Luego, por medio de centrifugación, se separa el azúcar de la melaza, que se utiliza como materia prima para la producción de alcohol. El azúcar orgánico se seca y se envasa en envases que cumplen con los estándares de fabricación y se pueden reciclar después del consumo. El producto final se almacena en almacenes especialmente dedicados a productos orgánicos. Se hace un seguimiento continuo de todo el proceso, se analizan regularmente los parámetros de calidad, para garantizar que se cumplan, y luego se emite un certificado de calidad al final de la producción de cada lote.